Estoy rumiando mis pensamientos mientras veo pasar la vida. Me encuentro con una idea, una imagen, una palabra, un sentimiento que no me agrada, o que tal vez, si lo hace pero no sé de donde salió, y me pregunto:
– ¿Quién puso esto aquí?
Me levanto y me miro en el espejo, descubro una mancha, un lunar, un granito en mi rostro y me pregunto: ¿de dónde salió esto? ¿Por qué? ¿Cuándo? Tanto tiempo conmigo y no me he dado cuenta que tengo ya canas, panza, gorditos, etc.
Me vuelvo a ver en el al espejo para darme una mirada más profunda, me mido y me peso. ¿Cómo estás cuerpo? Tanto tiempo sin vernos. Comienzo a preocuparme por mi cabeza y mi corazón, tal vez sea necesario un terapeuta o un sabio que pueda ser el espejo donde pueda verme y aclarar lo que llevo dentro de mí. Mientras hago esta reflexión, me detengo y me sincero conmigo mismo. Todo lo que está en mi cuerpo, un día pasó por mi boca, mis pensamientos los construí con lo que vieron mis ojos, lo que escucharon mis oídos y lo que sintió mi piel. Ni que decir de lo que está en mi corazón, yo lo he construido poco a poco con cada emoción, sentimiento, y experiencia.
Mientras voy tomando conciencia de que cada vez que llevo un alimento a mi boca, este formará parte de mis huesos, de mi sangre, de cada célula que me da vida y a menos que no sea necesario y que mi cuerpo lo deseche, será parte de mí. De la misma forma será todo aquello que sea el resultado de lo que perciba con mis sentidos. En el mejor de los casos podré digerirlo y desechar aquello que no sea saludable, pero en otros, será difícil separarlo cuando se haya mimetizado conmigo.
Estoy sumergido en estas reflexiones cuando de repente lo puedo ver claramente.
Sentidos y cuerpo consciente para recibir, procesar y desechar lo que no me resulta útil, porque soy lo que dejo entrar en mí, el único que da la autorización, el único responsable.
Ahora lo comprendo….si estoy atento, puedo llegar a construirme en la forma que quiero verme, sentirme, y pensarme en cada momento.
Estoy preparado y para esto necesito armarme de las herramientas que me guíen en este camino. Sé que si logro mantenerme motivado en este sendero voy a encontrarme más adelante con mis verdaderos ideales. Para lograrlo, solo necesito empezar a despertar…….
Autor: fm/jv
Soy lo que dejo entrar en mí, el único que da la autorización.